31 de octubre de 2010

El primer Chiribitil




Comparto con ustedes el primer cuento de la colección del CHiribitil: Los príncipes verdes de Ester Picos con ilustraciones de Clara Urquijo (Mandú).  Esto debo agradecérselo a Paula, quien con paciencia escaneó hoja por hoja, luego mejoró las imágenes y armó el pdf que ustedes pueden bajar.
Como verán el original fue "muy leído" y disfrutado por mis hermanas y por mí. Mi mamá lo recauchutó  como pudo y así es como hoy día se lo puedo leer a mi hija y compartirlo con ustedes.  ¡A disfrutarlo!
o mejor acá (divshare) pueden previsualizarlo.
Podrán ver a la bruja Angelita Celeste Mandini, a su hija Negra Niebla, al príncipe Azulcito y los príncipes verdes.

Acá pueden leer una parte de una entrevista que le hizo Delia Maunás a Boris Spivacow, el editor de Los cuentos del Chiribitil, donde cuenta la historia de la colección.  (págs 81 y 82)

Aqui un post anterior de este blog con la lista completa de los Cuentos del Chiribitil.

23 de octubre de 2010

¿Gran obra literaria o Best-Bodrio?

Me gusta leer. He leído toda mi vida, de todo, en grandes cantidades. Tengo mis preferencias, por supuesto, y “debilidades” por llamarlas de alguna manera. Harry Potter es una de estas debilidades. Este tipo de obras generan poderosas pasiones, críticas, amores, odios y envidias, además de pingües ganancias.



Este gusto personal, que debo justificar cada vez que se menciona, me lleva a reflexionar acerca de la “calidad literaria”, criterio establecido no se sabe por quién y que se balancea en el inestable filo de las variables “bueno - malo”.

Un best-seller no puede ser, condición sine qua non, de calidad.  Si es masivo y popular, entonces es un producto enlatado y mediocre.

Pareciera que en pos de “pertenecer” al ínclito círculo áulico, debemos abocarnos exclusivamente a clásicos como Borges, Eco, Kafka, Joyce, Saramago, etc. Cuanto más desconocidos o poco leídos, mejor.

¿Y qué pasa con el disfrute? Una cuestión evitada, pero presente en cada acto lector. Leemos porque nos gusta, nos da placer a distintos niveles, según el cúmulo de lecturas que tengamos encima. Podemos simplemente apreciar una buena historia, pero también los recursos del autor para transmitirla, las referencias o antecedentes literarios presentes en ella, más los vínculos y asociaciones personales que como lectores realizamos mientras leemos.

Esto puede extenderse hacia casi cualquier producto cultural. Es una discusión eterna. Ejemplo de lo que digo son estas opiniones que encontré acerca del tema expuestas por dos españolas.

Hortensia Lago, docente de Literatura, lo expresa de esta manera:
Las editoriales, como el pan de pueblo, ya no son lo que eran. Si hay que destruir a los clásicos para que los almacenes acumulen Best-Bodrios pues se hace y punto. Es lo que se vende, hasta los políticos los leen. Y esa táctica comercial se ha trasladado a la literatura juvenil. Las editoriales han hecho suya la máxima de "El cliente siempre tiene la razón" y cual mayordomo solícito con la anciana rica y rara de la que espera heredar, se afanan en dar a los jóvenes aquello que piensan que desean: sexo, droga, violencia en el instituto, aventuras inverosímiles, etc. ¡Eso es lo que demandan los jóvenes, ese es el camino para que sean buenos lectores!, nos dirán tantos malos escritores para justificarse y publicarse. Porque si algo destaca en los catálogos de literatura juvenil es la baja calidad literaria, aunque algunos autores tengan ya su estrella en el Paseo de la Fama de las letras.”

Por otro lado, Lourdes Fernandez Montoya, escritora, expone lo siguiente:
“He dicho que Harry Potter es una “GRAN OBRA LITERARIA”. Y eso, a mí, una escritora española, puede acarrearme el ostracismo y la expulsión definitiva con deshonor del Club de los Intelectuales Sesudos de Pensamientos Profundos. Si un escritor quiere tener algo de prestigio en mi país, tiene que escribir un libro de trama lenta y pesadísima con un protagonista atormentado y amargado (si es drogadicto, mejor) y con un final catastrófico. Otra vía para tener prestigio intelectual en España es escribir sobre lo problemáticos que son los niños y los jóvenes y lo faltos que están de disciplina, para que luego te inviten a los debates televisivos.”

Además de la cuota de resentimiento que detecto en sus dichos, percibo algo de verdad en ambas formas de pensar, sobre todo en lo que se refiere a literatura juvenil, especialización que no existía en mi hogar cuando yo era adolescente: para elegir había libros “para chicos” o libros “para grandes”.

¿Tendrá que ver con esto? ¿Con la creación relativamente reciente del denominado “género: literatura juvenil”? ¿Es un género luchando por hacerse un lugar en la arena de la literatura y que por eso no cuenta todavía con autores y plataforma de peso? ¿Se trata de una reversión actualizada y posmoderna del esnobismo intelectual de siempre? ¿Por qué muchas veces la "buena literatura" son ladrillos infumables y aburridos?

16 de octubre de 2010

Descolonizar el curriculum


El artículo "Descolonizar el currículo. Estrategias para una pedagogía crítica", pertence a brasilero Tomaz Tadeu Da Silva, profesor de la universidad Federal de Río Grande del Sur.  Este artículo es una reflexión en torno a un ensayo muy lúcido de Michael Apple,  "Consumiendo el otro: lo blanco, educación y papas fritas baratas" (19995). (Acá se puede bajar el pdf del ensayo)
A ambos ensayistas hay que reconocerles por sobre todo su inclaudicabe compromiso con la educación,  con  "la realidad educativa". No son intelectuales escondidos detrás del escritorio de la cátedra.  Y ese compromiso los ha llevado a participar de las actividades más increíbles como las que relata Apple en su ensayo, que recomiendo a pesar de que a estas alturas de crisis de mercados y crisis capitalistas no parece decir nada tan extraño, pero teniendo en cuenta que fue escrito en el año 1995 era realmente un adelantado.  La calidad y contundencia de los argumentos así como el relato de sus propias experiencias, reflexiones y meas culpas hacen de este ensayo de lo mejor que yo haya leído. 
Como todos los 12 de Octubre, la fecha dispara mis reflexiones...  Tadeu Da Silva textual:
(...) "Uno de los objetivos centrales de un currículo crítico deberia ser precisamente el de desfetichizar lo social, al demostrar su carácter construído, su naturaleza relacional. La vida social nos aparece, ordinariamente, como fetiche, como cosa. Una perspectiva social y  pedagógica crítica debería permitirnos, como dice Apple, interrumpir ese proceso de fetichización, que es un elemento esencial en la construcción de sentido común, tornando visibles las conexiones entre esa apariencia fetichizada y las relaciones sociales que ella esconde" (...)
Los 500 años del "descubrimiento"  han servido para "discutir no sólo nuestra condición de nación suborinada en un contexto post-colonial, sino también las relaciones internas entre los diferentes grupos sociales separados por origen nacional, color de piel o tradición cultural. Tal vez sea una buena oportunidad para preguntarnos en qué medida el currículo no acarrea las marcas de nuestro pasado colonial, produciendo y reproduciendo ciertas nociones sobre "raza", por ejemplo. No sería esa una buena oportunidad para crear un pequeño espacio para pensar sobre las implicaciones de cinco siglos de imperialismo global?" 
Es en las celebraciones, en las "fechas conmemorativas" donde con mucha fuerza se ve este carácter construído del curriculo.  "En esas celabraciones aparentemente inocentes, el "otro" es turísticamente visitado y fetichísticamente fijado. (...) Se trata de un proceso en el que sólo los significados recibidos y oficiales sobre raza, genero, clase, sexo y nación tienen chance de circular sin ninguna oportunidad para significados alternativos o de oposición". 
"...Compramos nuestra ropa, comemos nuestra comida y hacemos lo que hacemos de una forma que naturaliza las relaciones sociales y económicas que realmente crearon las condiciones para la producción de esa ropa y esa comida. La blanquedad... es el privilegio de comer papas fritas baratas..." MICHAEL APPLE.

12 de octubre de 2010

El Tinku- IntiIllimani





Sisi machai cuni ñañitai machai cuya nila machai cuya nila ñañitai matayahuan quita sisi tusi situ ñañitai matusiquisitu matusiquisitu ñañitai eso si axi situ Laralalailalai lala laralalailala ay tunitai tuna ñañitai tucu yucui tuna tucu yucui tuna nañitai auke tuyai tuna Laralalailalai lala laralalailala

4 de octubre de 2010

Bolsas de papel


Hoy hicimos con l@s chic@s bolsas reutilizando papel  (ecobolsas). Resultó una actividad bastante compleja para l@s de primer ciclo, pero alguno que otr@ de l@s de segundo ciclo que andaban por ahí se engancharon y entre tod@s lograron hacerlas, al mejor estilo del sistema lancasteriano. Fue un gusto verl@s trabajar. Acá van las instrucciones de cómo hacerlas y fotos del resultado.


  



 
Hagan click en la imagen para ver grandes las instrucciones.



GRACIAS A NADIA, MI COMPAÑERA, POR LAS IMAGENES

1 de octubre de 2010

Clarisse McClellan, la niña que iluminaba la noche

Ray Bradbury siempre tiene algo que decir. A l@s grandes y a l@s chic@s. Leer Fahrenheit 451 a los 15 fue una de las mejores experiencias de mi vida... Ser rebelde a lo Clarisse se puede decir que era una de las aspiraciones de mi adolescencia. En una época en que lo relatado en el libro era (y sigue siendo) una realidad, leer, hacer música y caminar horas interminables charlando con mi amigo Javier resultaba desde nuestro punto de vista toda una definición de rebeldía, en contra de la moda, de lo que se esperaba de un/a adolescente...
De grande leí "La niña que iluminó la noche", y no pude dejar de acordarme de Clarisse otra vez...


Bradbury textual: " - No le importa si lo acompaño? Soy Clarisse McClellan.
- Clarisse. Guy Montag. Vamos. Qué haces aquí tan tarde? Cuántos años tienes?

Caminaron en la noche ventosa, por la acera de plata, y el débil aroma de los melocotones maduros y las fresas flotó en el aire, y Montag miró alrededor y pensó que no era posible, pues el año estaba muy avanzado.
Sólo ella lo acompañaba, con el rostro brillante como la nieve a la luz de la luna, pensando, comprendió Montag, en aquellas preguntas, buscando las respuestas mejores.


 -Bueno- dijo la muchacha-, tengo diecisiete años y estoy loca. Mi tía dice que es casi lo mismo. Cuando la gente te pregunte la edad, me dice, contestales que tienes diecesiete y estás loca. No es hermoso caminar de noche? Me gusta oler y mirar, y algunas veces quedarme levantada y ver la salida del sol. (...)

Entonces Clarisse McClellan dijo:
-Le importa si le hago una pregunta? Desde cuándo es usted bombero?
-Desde que tenía veinte años, hace diez.
-Leyó alguna vez alguno de los libros que quema?
Montag se rió.
-Lo prohibe la ley.
-Oh, claro.
-Es un hermoso trabajo. El lunes quemar a Millay, el miércoles a Whitman, el viernes a Faulkner; quemarlos hasta convertirlos en cenizas, luego quemar las cenizas. Ese es nuestro lema oficial.
Caminaron un poco más y la niña dijo:
- Es verdad que hace muchos años los bomberos apagaban el fuego en vez de encenderlo?
-No, las casas siempre han sido incombustibles.
-Qué raro. Oí decir que hace muchos años las casas se quemaban a veces por accidente y llamaban a los bomberos para apagar las llamas." 
FAHRENHEIT 451


"¡De pronto, oyó golpear en la ventana! Había una sombra detrás. Oyó llamar a la puerta. Había una sombra detrás.
- Buen día...- oyó que una niña le decía en medio de las luces brillantes, de las luces rojas, de las luces rosadas, de las luces multicolores.
- Me llamo Negra –dijo la niña toda vestida de negro pero con la cara muy blanca- pero tu estás muy solo.
- Yo quería correr afuera con los otros niños –dijo el muchachito – pero no me gusta la noche.
- Yo te presentaré a la noche y serán amigos –dijo la niña y apagó la luz agregando.- Ves, cuando apago la lámpara, se enciende la noche.
- Nunca lo había pensado –dijo el muchachito.
- Y cuando uno enciende la noche, nazco yo, Negra y uno alumbra las chicharras y los grillos y las estrellas y las ranas. El cielo es como una casa con sus luces blancas, con sus luces rojas, amarillas, verdes, azules y fuegos artificiales .Y con las luces apagadas y la noche encendida podemos oír los grillos, las chicharras y las ranas.
Y con todas las luces apagadas hicieron vivir la noche en toda la casa, como una rana, como una chicharra, como un grillo, como una estrella, como una luna." 

LA NIÑA QUE ILUMINÓ LA NOCHE.



La imagen pertence a la ilustradora mexicana Elsa Brondo, de quien me encanta su estilo melancólico. 

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